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No se le ocurrió mayor desatino a Concepción Dancausa, la Delegada del Gobierno de Madrid, que prohibir la Estelada en el partido de la final de la Copa del Rey. Un acto rocambolesco de represión preventiva del «por si acaso» impensable en un Estado democrático.
En fin. Que a un partido de fútbol la gente puede ir con la bota de vino con la esfinge de Franco, con una bandera de España con el toro, con los cuernos de la cabra arrojada desde el campanario convertidos en collar o con diferentes estéticas que podrían herir muchas sensibilidades, pero con la estelada, no.
¿Y por qué? Pues porque Dancausa considera que «favorece la violencia, el racismo y la xenofobia«, que es, al menos, lo que dice la ley a la que se ha acogido para prohibirla; y, sorprendentemente, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, le da la razón. ¡Y dice que no es una decisión política!
En fin.
¡Qué lástima que el ministro de justicia haya tenido que salir a defenderla -muy agudo él- cuando la sesuda decisión ha creado un cisma incluso en el seno del propio Partido Popular el cual -con estas «salidas de pata de banco» de algunos de sus miembros- ve como su presencia en Cataluña ya no la soportan ni los renegados más empecinados de la Estelada y que su imagen, lejos de renovarse gracias a nuevos dirigentes más talentosos no deja de parecer cada día más añeja, resentida, chulesca y crispada.
Pero Dancausa ha rizado el rizo. Seguidamente a la prohibición de exhibir la Estelada en el campo de Fútbol por, insisto, considerar que «favorece la violencia, el racismo y la xenofobia» ha dado luz verde a la manifestación el sábado del colectivo neonazi «Hogar Social Madrid» que se dedica a ayudar a familias caídas en desgracia económica, mientras sean ‘españolas de pura cepa’ y después les voten . Estos señores de extrema derecha sí le gustan a Dancausa.
¡Qué lástima la recurrencia ésta, del PP más extremo, al tema catalán cada vez que nos acercamos a unas elecciones!
Bien. El juez ha permitido la estelada en el partido. Y me temo que habrá más de las previstas y que las llevarán incluso los que no comulgan con el nacionalismo Esto ocurre cuando la política carece de talento e inteligencia.
Gema Castellano @GemaCastellano