Al respecto y escandalizado, Ignacio Ruíz Jarabo, director de la Agencia Tributaria en la época de Aznar -poco sospechoso de izquierdoso- dice que no ha visto nada igual. Manda narices que sean sus propios afines los que se escandalizan de las reacciones de los miembros del ejecutivo. ¡Y lo que le quedará por ver!
Mientras tanto, Bárcenas dice al juez Castro que las elecciones europeas de 2004 el PP las pagó en negro -un tema grave que coloca en inferioridad de condiciones a los demás partidos en competencia- y Soraya Sáenz Santamaría, Vicepresidenta del Gobierno de España que parece ajena a todos estos tinglados, se dedica a llamar a Susana Díaz, Presidenta de la Comunidad de Andalucía, «bonita» en un ataque de esos suyos de soberbia y chulería desmedida. ¡Qué feo, Soraya! Con esta declaración acabas de ponerte a la altura de la pérdida de papeles de Rajoy, cuando dijo a Pedro Sánchez, Secretario General del PSOE en el parlamento «no vuelva usted aquí, a hacer ni a decir nada» mientras, recordemos, la Presidenta del Congreso, Celia Villalobos, estaba jugando al Candy Crush. ¡Vaya vergüenza!
¡En fin!
Pero mientras la vicepresidenta trataba con semejante falta de respeto a la presidenta de Andalucía -no la veo yo diciéndole «y ahora qué, bonito» a un contrincante político del sexo masculino- el ministro Pedro Morenés, el de Defensa, decía a Irene Lozano, diputada por UPyD y abogada de la militar Zaida Cantera, que «su enfermedad es la bajeza moral».
Otro que pierde los nervios y se pasa en el parlamento. Se ha armado la marimorena y el ministro ha tenido que pedir disculpas, pero Montoro, sentado a su lado, le aplaudía como un loco diciendo «bien, bien», a la salida de pata de banco de Morenés. ¡Machismo en un debate en el que defienden que no hay machismo! ¡eso ya es el colmo! De esas cosas que pasan en España y crees que estás en Marruecos
Espe Aguirre, que se declara liberal y patriota, ya ha anunciado la segunda medida que tomará si es alcaldesa (que lo será, porque todos los taxistas de Madrid la apoyan) La primera, recuerden, es la de cambar la sede de la alcaldía solo para fastidiar a Gallardón y colocarse el galón de alcaldesa castiza.
Bien. Como segunda medida quitará el mérito a los que le pusieron la multa de llamarse «agentes de movilidad» -muy sofisticado y snob según ella- y los degradará a llamarse «los de tráfico». ¡Hala, para que se fastidien!
Cospedal está que no está desde el disgusto que le dio Espe (Esperanza Aguirre) hace dos días, y dice que si sale presidenta de La Mancha dejará la secretaría general del PP, viendo como el nivel del lodazal corrupteril sube y sube sin fin.
¿Y Rajoy? Rajoy se defiende como gato panza arriba, cual convidado de piedra en un sainete castizo de corte costumbrista, cuyo desenlace parece que apunta hacia la desintegración del PP, tal y como lo conocemos. ¡No pasa nada! Ya ha ocurrido en la oposición ¡y míralos! Renovados y tan frescos.
Pero el PP es un bloque de cemento para bien y para mal. ¡País!
Gema Castellano @GemaCastellano