La religiosa se ha presentado como candidata en las elecciones autonómicas de septiembre. ¡Ah! Y también pide la supresión de los partidos e insta a la desobediencia civil. ¡Esto es revolución, y no lo que nos vende Podemos! Y es que, al parecer, la justicia es lo más revolucionario que hay. En fin.
No me extraña que Rouco Varela se haya hecho construir un ‘palacio’ para encerrarse en él y no tener que ver ni oír estas cosas, después del disgusto de verse obligado a aguantar a un Papa también revolucionario, que dice cosas como que las riquezas de la iglesia son para ayudar a los pobres. Sobretodo porque son los impuestos a los pobres los que han hecho rica a la iglesia durante siglos, lo mismo que los impuestos de ahora son los que contribuyen a hacer multimillonarias a las grandes empresas. ¡Ojo! Esto lo digo yo, no el Papa.
Al final cambian las formas, pero poco el fondo. Antes con el sudor del pueblo se construían catedrales. Ahora se subvencionan empresas privadas en un Estado que se declara liberal.
Ya veremos por donde nos vienen los cambios, pero parece que nos acechan más y más rápido de lo que pronosticábamos. Y desde los sectores más inesperados. ¡Al final, los más conservadores van la ser los proletarios que se creen burgueses!
Porque a ver… ¿qué partido se ha atrevido en la campaña electoral a hablar de presunto timo de las eléctricas, del monopolio energético que pacta precios de los combustibles y aún multados por Europa siguen haciéndolo, de la connivencia entre los bancos y los fondos buitre para quedarse con las casas y las deudas por cuatro duros o de la economía sumergida? ¡Ninguno!
Así que cuidado con el clero… que se está revolucionando.
Gema Castellano
@GemaCastellano