Los del empleo, sin novedad: el 23,7% de paro.
Los salarios bajan un 0’2% y el coste laboral del empleado para el empresario, también baja un 0’5%.
Los sueldos de los trabajadores por horas se desploman un 1’2%.
El precio de la hora trabajada en los trabajos de jornada completa es de 16,11 euros/hora y la hora trabajada en los empleos a tiempo parcial se cotiza a 10’65 euros/hora.
En 2014 los empleos fijos descendieron en más de 100.000 y los trabajos a tiempo parcial aumentaron en 125.000.
Las horas extras no se están pagando, contando como alargamiento de jornada
Y la cifra de personas que abandonaron España en 2009 para buscar empleo en otros países -1.400.000- aumentó hasta los 2.100.000 en 2014. Un 48% más.
Estas son las cifras de Fátima Báñez. La ministra que se encomienda a la Virgen del Rocío para que cree empleo en España.
En otro orden de cosas, «surrealistas». Mariano Rajoy ha anunciado que este jueves y viernes participará en el Consejo Europeo de Primavera, que se centrará -¡agarraos a la silla!- en el tema de la energía.
A ver. Tenemos a las petroleras multadas -con una multa de risa, eso sí, pero multadas y, por lo tanto, denunciadas- por pactar los precios al consumo pasándose por el ‘arco de triunfo’ las leyes de la competencia y por amedrentar a las pequeñas gasolineras para que no vendieran el combustible más barato; y el ministro de energía, José Manuel Soria, se enfrenta a una posible indemnización de 6.000 millones de euros -que tendremos que pagar los ciudadanos con un aumento de un mínimo del 8% de la factura de la luz- por cargarse las renovables sin motivo alguno. Bueno sí; hay motivo y de peso: para beneficiar al oligopolio, y perjudicar a las empresas privadas que invirtieron en el sector. Entre ellas, algunas americanas que no están acostumbradas a tratar con gobiernos liberales de peineta.
Fascinante será escuchar al presidente español en esta reunión.
Pero no va a estar mucho. A él lo que le importa es su presencia en Valencia. A donde irá el sábado a dar un mitín para apoyar a Juanma, el de Andalucía, saltándose la jornada de reflexión. Porque sí. Porque el PP lo vale. Y si algo deja claro es que las normas las ponen ellos. Incluso la de cargarse a los imputados para llamarlos solo «investigados», comparar sus donaciones presuntamente ilegales con las de Cáritas o negarse en redondo a entregar los datos que les pide un juez.
En fin. Que no hablamos de un reyezuelo caprichoso, embaucador, cínico y poco compasivo de un país bananero perdido en un a isla del Caribe. Hablamos del Gobierno de España.
Gema Castellano @GemaCastellano