La Comisión Nacional de Mercados y la Competencia (CNMC), les ha impuesto una multa por un importe total de 88’2 millones de euros, que se repartirán de la siguiente manera: Danone S.A., 23,2 millones de euros; Corporación Alimentaria Peñasanta S.A., 21,8 millones; Grupo Lactalis Iberia S.A., 11,6 millones; Nestlé España S.A., 10,6 millones; Puleva Food S.L., 10,2 millones; Calidad Pascual (antes Grupo Leche Pascual S.A.), 8,5 millones; Senoble Ibérica S.L., 929.644 euros; Central Lechera Asturiana S.A.T., 698.477 euros; Gremio de Industrias Lácteas de Cataluña, 200.000 euros; Asociación de Empresas Lácteas de Galicia, 100.000 euros, y Central Lechera de Galicia S.L., 53.310 euros.
Lo cierto es que hay marcas menos «autobombeadas» en el mercado, que ofrecen un producto de mucha más calidad y menor coste, en comparación al que nos ofrecen estas corporaciones tan poco éticas y que se permiten el lujo de decirnos qué tenemos que comer para «ser felices».
Comer estos productos no os harán ni más altos, ni más guapos, ni más delgados, ni más interesantes y, ni mucho menos, felices. Quizás, eso sí, os vuelvan menos inteligentes. Que de eso se trata.
A ver si nos enteramos bien. Ningún producto que nos pueda vender Danone, Nestlé o Puleva puede darnos la felicidad. Por muchos bífidus que lleve o aunque te lo recomiende un famoso. Y por cierto; la única manera de mantener el colesterol a raya es comer bien y hacer deporte. No te lo van a quitar por «arte de birlibirloque» esas carísimas botellitas. Encima, publicidad engañosa. ¿Dónde está ese organismos que vigila lo de la publicidad engañosa que tanto se publicita?.
En fin. Que ya va siendo hora de que los consumidores dejemos de hacer el idiota y sepamos cuales son nuestros derechos y, sobretodo, cual es nuestra fuerza. Y nuestro poder es dejar de consumir productos de las marcas que actúan mál. Que no tienen ética, ni moral; y menos, respeto ni por los consumidores ni por los productores.
Y tened clara una cosa… Comer estos productos no os harán ni más altos, ni más guapos, ni más delgados, ni más interesantes y, ni mucho menos, felices. Quizás, eso sí, os vuelvan menos inteligentes. Que de eso se trata.
Gema Castellano
@GemaCastellano