Desde que el primer ministro chino, Li Keqiang, acudió a Davos a principios del año con el objetivo de defender las nuevas cifras de crecimiento estimadas por el gobierno del 7%, como una manera de generar una ‘nueva normalidad’ económica y financiera, las especulaciones sobre una presunta desaceleración del Gigante Asiático se han disparado. Lejos de tranquilizar, las justificaciones de Keqiang han sido interpretadas por algunos analistas como la demostración de que el ejecutivo chino siempre ha maquillado las cifras. …
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