El tema es que cuando bajamos a «lo doméstico», es para que se nos caiga el alma a los pies. Isabel García Tejerina, la que sustituyó en el ministerio de agricultura a Arias Cañete para que éste pudiera irse a mangonear a la Comisión europea -donde, por cierto, su presidente, Juncker, siempre dice que cuando las cosas van mal hay que mentir- ha dicho esta mañana que «las urnas son muy peligrosas».
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