Imagine por un momento que lo aíslan en una habitación monocromática, donde no puede recibir ningún impulso sensorial del exterior. A los pocos minutos su cerebro comienza a crear alucinaciones que suplen a los estímulos y a las pocas horas, perderá la razón. Es uno de los métodos de tortura más crueles, y sin embargo, nunca podrá argumentar que lo han maltratado. El psiquiatra Pau Pérez-Sales, perito en casos de tortura para instituciones internacionales, ha publicado el libro “Tortura psicológica”; …
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