Hace aproximadamente dos años que en la isla de La Palma se venían produciendo movimientos sísmicos profundos, que ponían en evidencia nuevas presiones susceptibles de desembocar en una erupción. Son palabras de Jesús Ibáñez, catedrático de Física de la Tierra e investigador del Instituto Andaluz de Geofísica de la Universidad de Granada. “Hablamos de pronósticos, nunca de predicciones”, aclara Ibáñez.
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